El temido momento del diagnóstico ¿Cómo afrontarlo?
En la mayoría de los casos no se cierra diagnóstico hasta los seis años porque se considera que son muy pequeños y muy volubles como para saber con certeza qué tipo de trastorno tienen, si es un retraso madurativo, un problema de logopedia, o si simplemente hay que dejarles tiempo. Desde Abacadabra creemos que esto dificulta a las familias para ponerse a trabajar. Si bien es cierto que el lenguaje es dañino y las etiquetas a nadie gustan son por otra parte necesarias para ponerse manos a la obra.
Desde Abacadabra pensamos que un juicio clínico NO es una sentencia, simplemente aporta información acerca del desarrollo y comportamiento de tu hijo y como consecuencia te ofrece pistas acerca de qué tipo de tratamiento es el más adecuado.
Como conclusión, desde nuestro conocimiento y experiencia creemos que el diagnóstico precoz es, junto con un buen trabajo, determinantes en el pronóstico del usuario.