Mi trabajo simplemente podría describirlo como maravilloso. Me llena, me hace feliz y lo disfruto al máximo. Para entrar a trabajar estudié Mediación Comunicativa y educación primaria con especialidad en educación especial. Ambos son muy útiles y de gran importancia dentro de nuestro trabajo pero ha sido la formación recibida en Abacadabra lo que realmente me ha hecho aprender y donde he podido poner en práctica todos los conocimientos adquiridos. Por desgracia en la gran mayoría de grados no nos especializan para trabajar con niños y niñas con autismo, por lo que para mí ha sido una  suerte haber sido formada por un gran equipo de profesionales. Siempre estaré agradecida por todo lo aprendido y por todo lo que me siguen enseñando cada día. Abacadabra es un gran equipo de profesionales, por lo que estar rodeada de personas tan maravillosas siempre es satisfactorio y te ayuda a crecer como persona.

Mi trabajo lo definiría como aprendizaje constante porque cada día es diferente al anterior y como felicidad constante de ver cómo esos niños con los que pasas tantas horas van avanzando y eso es muy gratificante por eso es el trabajo que he elegido porque te llena el corazón. Lo que más me gusta de este trabajo sin duda alguna es que en esas horas de terapia vuelvo a ser una niña. Antes de entrar estudie Educación Social y bueno al final aprendes ciertas cosas teóricas que están bien saberlas pero es todo demasiado general para lo diferente que es cada niño/a. De mi formación en Abracadabra me ha gustado todo porque con ellos lo he aprendido todo y además de forma práctica en el 99%. Antes de formarme con ellos no  sabía por dónde empezar una terapia y ahora puedo decir que soy terapeuta. Sin duda alguna de las experiencias más bonitas y mágicas ha sido formarme aquí y poder conocer a cada niño/a y aprender mucho de ellos a la par que ellos aprendían de mi.

Es un trabajo que llena en todos los sentidos, cada día aprendo algo nuevo y me motiva a seguir mejorando por y para mis pequeños Estudié psicología e hice varios cursos relacionados con las dificultades de aprendizaje, cursos de TEA, síndrome de tourette y asociados. Para trabajar aquí, además de una base teórica necesitas muchas ganas, mucho afán de superación y querer pasártelo bien mientras enseñas. La formación aquí es teórica y práctica, te enseñan a enfrentarte a los problemas reales y a saber superarlos de la mejor manera. Te enseñan que no hay dos niños con TEA iguales y algo muy importante, que detrás de cada TEA hay un niño con sus inquietudes, con sus necesidades, con su carácter y su forma de ser, y por supuesto una familia con muchas ganas de que los ayudes. Antes de entrar aquí solo tenia formación teórica, que está muy bien, pero no es suficiente, es necesario vivirlo en primera persona. He hecho bastantes formaciones pero faltaba siempre ese “toque humano”, ese choque de realidad, la teoría está muy bien, pero la práctica es fundamental. Este equipo me ha enseñado muchas cosas, no solo a nivel académico, sino como persona, me han enseñado algo que yo ya intuía, a mirar más allá, a ser más humana y que con cariño y dedicación puedes hacer cosas que incluso PARECEN MAGIA.

Estudié el grado de pedagogía y tengo el máster de profesorado, con la especialidad de Orientación Educativa. Es cierto que tener estudios o formaciones relacionadas con niños y niñas puede ayudar a la hora de tratar con ellos, pero no siempre es fundamental, ya que considero que lo más importante que hay que tener en el momento en el que se trabaja con niños/ niñas es tener muchas ganas de aprender y, sobre todo, tener vocación. Con respecto a mi trabajo, lo podría resumir en una sola palabra , magia. Magia porque vemos como nuestros peques avanzan poco a poco y siguen aprendiendo cada vez más, siendo esa la clave que nos hace motivarnos día a día. La formación recibida es muy necesaria, puesto que es fundamental a la hora de llevar a cabo el trabajo, ya que este "mundo" es muy amplio y hay que hacer el trabajo lo mejor posible para conseguir que nuestros peques crezcan día a día.

Trabajar como educadora con niños, y especialmente con niños con TEA es muy estimulante. Aprendes a gestionar situaciones muy diferentes y no solo con el niño si no con todo su entorno, lo cual para mi era una de las cosas más importantes en nuestra manera de trabajar. Cuando empecé a trabajar en esto, una gran supervisora me dijo que, si yo no disfrutaba el niño no lo iba a hacer. Aunque parece obvio, me ayuda mucho a la hora de hacer mi trabajo, porque realmente disfrutar de las sesiones, de jugar con los niños y de ver como van avanzando es lo hace que me guste tanto y que lo elija como profesión. Estudié el grado en psicología y más tarde dos masters; uno de ellos sobre atención temprana. A pesar de que mi formación previa me ayudo, no creo que sea necesario para el trabajo; puedes ser muy buena educadora independientemente de lo que hayas estudiado. Lo mejor de la formación que recibí en Abacadabra fue la aplicación prácticamente de manera instantánea. Tras la observación y la formación teórica no pasa mucho tiempo hasta que se pone en práctica lo aprendido con una supervisora, ya que esa siempre es la mejor manera de aprender. Anteriormente había tenido formación de niños con TEA, entre ellas en el master de atención temprana. Sin embargo, con ninguna de ellas había podido llevarlo a la práctica, y una formación teórica a pesar de ser muy necesaria, no es suficiente. Por lo mencionado anteriormente, esta formación es para mi la más completa de las que he recibido. Conocer el método ABA en profundidad y poder aprender de grandes profesionales, que llevan años trabajando con niños con TEA y con todo lo que ello implica. Me enseñaron a gestionar situaciones muy diferentes en el inicio y sigo aprendiendo de ellas cada día.