Primeros pasos ¿Por dónde empiezo?
Y tras las primeras sospechas de que algo no funciona como debería, toca ponerse las pilas. Desde Abacadabra trataremos de relatar qué pasos se suelen dar o sería deseable dar cuando los padres comienzan esta desconcertante aventura de la que, en primera instancia, las familias no suelen estar muy asesoradas.
En muchos casos las familias se dan cuenta de que algo ocurre alrededor de los 18 meses de vida del niño, suele ser en esta edad porque se supone que deberían haber alcanzado ciertos hitos, si no lo logran nos alertamos. Si bien es verdad que sabemos que cada niño tiene su ritmo y que no debemos angustiarnos porque no haga exactamente lo mismo que otro sí es verdad que hay ciertos parámetros que deben cumplir a determinadas edades.
Para ello el pediatra dentro del programa del niño sano debería llevar un control de la salud del niño y de que vaya cumpliendo unos mínimos en su desarrollo, la implantación de este programa ha hecho posible la prevención y detección precoz de muchos TEA.
Lo deseable e ideal para detectar cuanto antes este trastorno sería que desde el nacimiento hasta por lo menos los 36 meses de edad, durante las visitas rutinarias al médico todo niño sea evaluado para ver si alcanza los hitos del desarrollo cuando corresponde. Si hay motivos suficientes para preocuparse por el desarrollo del niño, el médico debería referirlo a recibir intervención temprana y a un especialista para una evaluación del desarrollo más completa.
Si no lo hace o estas visitas no ocurren y seguís preocupados podéis solicitar al pediatra de atención primaria que os realice el M-CHAT. Es un test altamente fiable en la detección de síntomas relacionados con el TEA. Este test puede ayudar a una primera detección y por lo tanto a encaminar a padres y profesionales hacia la búsqueda de un diagnóstico especializado.
Por otra parte también sería interesante que el pediatra os dirigiese al otorrino para descartar algún problema de audición, el profesional del oído además de hacer una valoración podrá hacer la prueba de los potenciales evocados que nos sirve para identificar lesiones neurológicas en casi cualquier zona del sistema nervioso además, son especialmente útiles en pacientes que, por diferentes motivos, no pueden expresar si son capaces de notar estímulos externos.